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Líderes que Ayunan

La disciplina espiritual olvidada

Todos sabemos que el ayuno es una de las principales disciplinas espirituales . Sabemos que en la Biblia, todos los que buscaban a Dios lo practicaban. Era parte del sistema de la adoración del pueblo judio (Levítico 16:29), Dios los mandaba a arrepentirse con ayuno (Joel 2:12-15), buscaban a Dios con oración y ayuno (Daniel 9:3), Jesús dijo que sus seguidores lo practicarían (Lucas 5:35) y los primeros Cristianos ayunaban (Hechos 13:1-3).

A pesar de que sabemos toda esta historia, hay algo curioso que ocurre con nosotros y el ayuno. No lo practicamos regularmente. Tampoco hablamos tanto del ayuno — quizás precisamente porque no lo practicamos —.

Practicamos las otras disciplinas espirituales más que el ayuno; oramos, leemos la biblia, cantamos y nos reunimos. ¿Por qué no practicamos más el ayuno ? Porque es muy difícil ayunar. Porque amamos a la comida. Porque nos cuesta sacrificarnos. Por estas razones, el ayuno es la disciplina espiritual olvidada.

Desafortunadamente, perdemos muchas de las ricas bendiciones de la intimidad con Dios y de experimentar como Dios responde cuando sus siervos lo buscan con ayuno y oración. Y por no practicarlo, no guiamos a nuestra congregación a practicarlo, y ellos también pierden esta conexión con Dios.

Como líderes en la iglesia, debemos ayunar regularmente

El ayuno es una forma de traer intensidad a nuestra búsqueda de Dios. Por lo tanto, debemos ayunar. Si somos líderes en la iglesia, debemos ayunar regularmente.

No es fácil ayunar, entonces hallamos instrucción e inspiración en la enseñanza de Jesús acerca del ayuno:

 

Mateo 6 16 “Y cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. 17 “Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18 para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

 

En primer lugar, fíjate que Jesús dijo “cuando ayunan”, no “si ayunan”. Así, da por sentado que sus seguidores ayunarían. Debemos ayunar.

También, Jesús menciona el sacrificio que hacemos en el ayuno. Cuando ayunamos, sacrificamos algo esencial (comer) para enfocarnos con más intensidad en algo aún más importante (nuestra relación con Dios). Nos instruye a no hacer bulla ni escándalo ni llamar la atención a nuestro sacrificio. En tal caso, la gloria y admiración que recibimos de los hombres toma el lugar de la recompensa que podríamos recibir de Dios.

Por hablar de la recompensa de Dios, Jesús nos está prometiendo que recibimos algo de Dios al ayunar. El ayuno es una fuente de conexión con Dios — en el ayuno hallamos una conexión mas íntima con Dios —. El ayuno es una fuente de poder — Dios responde a su pueblo cuando ayunan —.

Por lo tanto, debemos:

Decidir a ayunar regularmente

Debemos decidir cuándo ayunaremos; debemos de  poner un horario regular para ayunar. Qué tan frecuentemente ayunamos es una decisión individual. Pero nos ayuda tener un horario, o sea saber que cada cuanto ayunamos (cada semana, mes, etc). Si lo dejamos al azar, si sólo ayunamos cuando nos da la gana, no lo haremos. Debemos preguntar a Dios, que Él nos dé la convicción de saber cada cuanto debemos ayunar.

Debemos decidir cómo ayunaremos. Hay gran variedad en las formas y maneras en que podemos ayunar. Se puede ayunar de sol a sol, desde el amanecer hasta el día siguiente, o desde amanecer hasta el mediodía. Se puede dejar de comer comida sólida, dejar de comer y también dejar jugos, soda y café, o hasta dejar de comer y tomar todo, incluyendo el agua.

Debemos decidir que vamos a dedicarnos a la oración durante el ayuno. No es sólo no comer, es ayunar y orar — o ayunar para orar —. Así que evitaremos las distracciones, y nos cuidaremos de las tentaciones (la carne se despierta y lo malo de nuestro carácter sale con más intensidad durante el ayuno).

Debemos decidir no publicar nuestro ayuno. Como Jesús enseñó, no publicamos ni anunciamos nuestro ayuno; lo mantenemos en secreto, entre nosotros y Dios.

¡Seamos líderes que regularmente buscamos al Señor en ayuno y oración!

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2 comments… add one

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  • Yelitza de Polanco June 28, 2015, 5:15 pm

    Excelente reflexión, gracias porque estas cortas líneas son de reflexión para el equipo que estoy preparando con la ayuda de Dios para levantar Células. y que tan importante es el Ayuno para romper tantas cosas y escuchar la voz de Dios.
    Bendiciones

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    • Felipe Canarsky June 30, 2015, 10:06 am

      Muchísimas gracias por su comentario. Que Dios le bendiga grandemente en su ministerio. Que les ayude a alcanzar la visión que les ha dado. Bendiciones.

      Reply