Sentimos mal con otros
Muchas veces sentimos mal con las personas que guiamos. Invertimos nuestra vida en ellos, y cuando no responden cómo quisieramos, podemos sentir desilusionado con ellos. Sentimos mal con ellos. Esto nos lleva fácilmente a perder toda la gracia, y a ponernos duros y exigentes con ellos.
Esto ocurre cuando no se mueven tan rapidamente como pensamos que deben hacerlo, cuando no hacen lo que deben, o hacen lo que no deben, o cuando no se comportan de acuerdo a la madurez que deben tener.
Reaccionar por sentirnos mal con ellos es un pecado, y nos lleva a pecar más contra ellos. No tratamos bien a las personas cuando no nos sentimos bien con ellos. Nos ponemos exigentes y no tiernos. Nuestro corazón se amarga, y perdemos el amor para la personas. El sentir así llega a ser un gran obstáculo en nuestro ministerio, porque no podemos guiar bien a personas cuando sientes mal con ellas.
Tener gracia
Si vamos a guiar a las personas de la misma manera que Dios guia a nosotros, entonces debemos tener gracia con todos. Debemos sorportar con paciencia todas sus debilidades y flaquezas. Claro que nunca dejamos de exhortar y decir la verdad en amor, pero lo hacemos con bondad y ternura. Así nos instruye el apóstol Pablo:
1 Tesalonicenses 5:14 “Les exhortamos, hermanos, a que amonesten a los indisciplinados, animen a los desalentados, sostengan a los débiles y sean pacientes con todos.”
2 Timoteo 2:24 “El siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido.”
Siempre hablamos y enseñamos a los demás, pero a la vez debemos tener gracia con ellos por mientras Dios los va cambiando. Tenemos gracia porque Dios tiene gracia con nosostros: no siempre cambiamos cómo debemos, ni siempre obedecemos rápidamente, y Dios nos sorporta, nos perdona y no nos abandona.
Así que nosotros también debemos tener mucha gracia hacia los que guiamos, y no valorar a la persona según lo que hace o no hace, sino valorarla por lo que es en Cristo. Esta gracia se verá en la paciencia, amor, bondad, ternura y amistad que brindamos a las personas que guiamos.
¡Seamos líderes que demuestren la misma gracia a los demás que Dios tiene con nosotros!
Gracias por los mensajes de pz con Dios
Gracias por tu comentario. Es nuestro privilegio poder compartir. Que Dios te bendiga. Felipe
Que bendición me regala Dios atravez de ustedes,pienso que en los caminos de Dios empezamos en el día a día, implementar lo que ustedes enseñan atravez de la palabra es renovar nuestras actitudes y entender que no es nuestra fuerza, sino en la de nuestro padre, somos linaje escojido por Dios y el compromiso es ser esa Luz para el cual fuimos hecho, Dios todo poderoso lo siga bendiciendo.
¡Amén! Muchas gracias por su comentario. Que Dios la bendiga grandemente.
excelente articulo, creo que eso es muy real y necesitamos hoy día mostrar la gracia que Dios ha puesto en nosotros quienes servimos a su grey. creo que esto habla de los frutos del Espíritu Santo que debemos tener basados en el verdadero amor Agape de Dios.
Amén. Es muy cierto. Tener esta gracia es un fruto del Espíritu. No podemos ser así por nosotros mismos, solo si Él nos ayuda. Bendiciones mi hermano.